Pido perdón por el título de hoy. Enserio. Eso de, antes de empezar a relatar el tema, encabezarlo con un taco no es muy educado que digamos. Pero, debo decir a mi favor, que pese a lo malsonante del título, resume de una manera muy acertada, a la vez que breve, el tema que voy a tratar.
¡Ah! Para que ningún avispado con ganas de malmeter se me adelante, Pérez Reverte ya trató este tema y con ese mismo vocablo, así que, si el gran Arturo ha podido, yo, que en cuanto a literatura se refiere no le llego ni a la suela del zapato, me tomaré también esas licencias. Con vuestro permiso y el suyo.
Vamos a la materia.