¿Cuántas
veces hemos escuchado esa afirmación? Normalmente, el autor es aquel
que bajo el vago intento de auto-complacerse, cree firmemente que
ese, al que está dirigiendo su supuesta verdad, es su siervo.
Normalmente, el creador de la frase, es el mismo que, con su retórica
de bar, cambia el mundo habido y por haber junto con más energúmenos
de su especie. Sí, suele ser aquel que disponiendo de poca razón en
sus argumentos, se escuda en una verdad (la de que el funcionario
cobra del Estado), para querer hacer creer, ya no al policía que
recibe la frase, sino a él mismo, que el sueldo del servidor público
sale de su bolsillo. Íntegro. Con pagas extras incluidas. Y que dada
esa verdad, debe hablarle como mínimo, como aquel que le permite
respirar.
El
pasado día 25 de diciembre me encontraba en Barcelona.