sábado, 31 de diciembre de 2016

"Policía, yo te pago el sueldo"

¿Cuántas veces hemos escuchado esa afirmación? Normalmente, el autor es aquel que bajo el vago intento de auto-complacerse, cree firmemente que ese, al que está dirigiendo su supuesta verdad, es su siervo. Normalmente, el creador de la frase, es el mismo que, con su retórica de bar, cambia el mundo habido y por haber junto con más energúmenos de su especie. Sí, suele ser aquel que disponiendo de poca razón en sus argumentos, se escuda en una verdad (la de que el funcionario cobra del Estado), para querer hacer creer, ya no al policía que recibe la frase, sino a él mismo, que el sueldo del servidor público sale de su bolsillo. Íntegro. Con pagas extras incluidas. Y que dada esa verdad, debe hablarle como mínimo, como aquel que le permite respirar.

El pasado día 25 de diciembre me encontraba en Barcelona.

miércoles, 21 de diciembre de 2016

¿Welcome Refugees?

Me considero muy fan de un espécimen en peligro de extinción. Debo decir que tal espécimen se haya en un reducido tanto por ciento, o mejor dicho, tanto por mil de habitantes. No debo decirte pues, que si hablamos de la clase política, se reduce exponencialmente a un caso extraño o inexistente. Y es que soy muy fan de aquel que se dice vulgarmente que “los tiene bien puestos”. Entendamos hombre o mujer, que no me ataquen las que ven el fantasma del heteropatriarcado aparecer por cualquier esquina.

Llevamos tiempo ya con la guerra de Siria. Con las atrocidades cometidas por Estado Islámico. Con los bombardeos de unos y otros. Con la pasividad de occidente ante el conflicto. Y finalmente, con lo que parece ser, una caída del DAESH en un período de tiempo que se adivina más corto que largo. Y llevamos tiempo con las olas migratorias de refugiados a las puertas de Europa.

Y sobre esto voy a tratar hoy.

domingo, 20 de noviembre de 2016

El día que me fui a la cama con unas "bambas"

Sí sí, como lo oyes. No en el sentido sentimental o amoroso de la expresión, así que lo siento si te defraudo. Pero oye, para gustos colores, no te voy a juzgar, ciertamente hay zapatos muy bonitos, puedo llegar a entenderte.

Va, ahora enserio.

He jugado a baloncesto toda mi infancia, pre adolescencia y adolescencia. De los 6 años a los 18. No he sido un gran jugador, no te voy a engañar. Pese a cosechar algún que otro título en ligas menores y el orgullo de decir que era el pívot más bajito de la liga con 1 metro 82cm, pocos más han sido mis logros.

Sabrás que en todo deporte, las grande marcas siempre se encargan de bañar con su marketing las cabezas de todos los que lo practican o lo siguen. Y ni yo iba a ser menos, ni ninguno de mis compañeros de juego. Estaba enamorado de todas las zapatillas deportivas que calzaban mis ídolos deportivos. Podía decirte marca, modelo y año. Incluso de cuantos colores existía cada modelo y si había una edición limitada. ¿Y por qué? Porque no podía tener unas.

Paridad, paridas y tetas al aire

En mi intento de predicar con el ejemplo de hacer tal como me gusta que hagan y tal como dijo Joseph Joubert: “Tengo muy reducida esa parte de la cabeza destinada a recibir cosas que no están claras”... Voy a ser muy claro.

Estoy absolutamente de acuerdo con la paridad. Entendamos paridad como la igualdad entre hombre y mujer y que ninguno tenga una situación ventajosa respecto al otro por el mero hecho de tener uno u otro sexo. NINGUNO DE LOS DOS.
Estoy completamente en contra del machismo retrogrado que lamentablemente mancha ciertas cabezas huecas de nuestros compatriotas, aunque debo decir, que cada vez son los menos.
Me alegra que, pese a las carencias que todos sabemos y vemos, en el ámbito laboral y político la igualdad entre ambos sexos se vaya transformando en una realidad. Lenta, sí, pero en realidad.

Dicho esto... Creo que hemos llegado a un punto que nos pasamos. Igual que no me gusta el machismo, tampoco me gusta el feminismo mal enfocado o que se pasa tres pueblos en su intento de romper con lo establecido.

lunes, 17 de octubre de 2016

Las cárceles de lujo catalanas

Perdonad mi ignorancia o mi base de creencias errónea. Perdonad porque quizás, vivo en otro mundo diferente a aquellos que me tacharían de un pensamiento “desfasado”, “poco moderno” o desconfiado de esa convicción del modelo de integración y rehabilitación que ofrecen las cárceles. Perdonad también por mi desconocimiento en profundidad del sistema penitenciario en Cataluña. Y sobretodo, por tener una firme e impenetrable creencia: Quien la hace la paga.

El verano pasado pude leer con estupor una noticia: “Las cárceles catalanas reabren sus piscinas”. ¿Perdona? Después de leer de nuevo el titular, por aquello de sonarte a error de lectura, pude comprobar que mi comprensión lectora estaba perfecta.

Las cárceles, cerraron acertadamente sus piscinas hace cuatro años por los recortes. Y este año, dado que la crisis pese a vislumbrarse todavía en el horizonte, parece que la vamos perdiendo de vista... ¿Qué mejor manera de emplear el dinero del contribuyente que abriendo las piscinas para los presos? ¿Qué los funcionarios siguen con salarios recortados? ¿Qué los hospitales tienen falta de personal? ¿Qué las farmacias no cobran? Minucias. Los presos a remojo. Lo primero es lo primero.

Interesándome más por el tema, pude comprobar que los reclusos no solo disfrutan de los baños, no.

viernes, 7 de octubre de 2016

El Gili-Bicing

Que chulo es ir en bici. Que 'cool' queda pasear con la 'fixie' por la ciudad. La 'fixie', para todos aquellos que os suena a nombre de gato, es la bicicleta de los hipsters. Lo siento, si hipster ya no sabes lo que es, o eres un nivel clasico-carca más avanzado que yo, o vives en una cueva incomunicado y ajeno al mundo exterior, por tanto, no puedo ayudarte. Para el resto de mortales... la 'fixie' es esa bicicleta de una marcha y de piñón fijo que vemos por la ciudad, pintada de colores y con unas llantas de perfil ancho, que solo las ruedas valen más que mi bicicleta.

Como iba diciendo... que sensación de libertad da ir en bici ¿verdad? Te sientes un ciudadano responsable. Un pseudo Che Guevara defensor de los servicios públicos de calidad. Una persona concienciada con el medio ambiente. Aparcas en la puerta de los sitios (a riesgo de que cuando vuelvas a por ella solo quede la cadena) y puesto que predicas con el ejemplo, aunque solo sea en eso, te crees con el derecho de poder dar lecciones de moral, medio ambiente, sostenibilidad, economía y casi de física cuántica al prójimo.

miércoles, 28 de septiembre de 2016

David Fernández, ETA y la CUP (Artículo)

David Fernández. Vamos a ponernos en antecedentes. Este señor salió a la palestra el año 2012 al ser elegido junto a dos miembros más como diputado del Parlamento de Cataluña bajo las siglas del partido CUP.

El señor Fernández, se las dio desde sus iniciales apariciones como azote del régimen y casta política establecida, definiéndose como “antisistema” (cobrando del sistema) tanto verbalmente, como en sus incontables camisetas propagandísticas y en pro de todas las causas habidas y por haber.

jueves, 22 de septiembre de 2016

Ya verás cuando te nazca...

A estas alturas creo que no es ningún secreto (para aquel que me conoce, claro está), que voy a ser padre. Absténgase todo aquel que vaya hacer cualquier frase hecha, predefinida y más que típica como: "ahora comerás huevos" (desconociendo por completo el origen de tal expresión), "se te acaba lo bueno", "ya verás ahora"... y un sinfín de expresiones a cual más original.

Y de eso voy a hablar hoy.

lunes, 5 de septiembre de 2016

No puedes

Vamos a ser claros. El que te dice eso no te quiere ningún bien. Ojo, si te está diciendo "no puedes" a tu total convencimiento de tener en tu haber poderes voladores, justo cuando estás a punto de saltar de un quinto piso... ese sí te quiere bien. Pero es el menor de los casos, estoy convencido de ello.

Seguro que si hechas la vista atrás y desempolvas los recuerdos, te viene a la cabeza. No puedes. No hagas eso porque no vas a hacerlo bien. Esto no es para ti. Tu no vales para eso. Y un largo etcétera.

Es curioso como te pueden marcar una serie de circunstancias de crío. Aquello que creíste o te hicieron creer, luego se queda como algo enquistado. Me explico. Y con tu permiso lo voy a hacer con una fábula que me encanta. Intentaré ser breve:

sábado, 13 de agosto de 2016

El anti-policía

En estos tiempos, que alguien te diga que es "anti-policía" no sorprende. Es más, viste bastante. Queda muy progre. Igual, por ejemplo, que decir que uno es "anti-sistema". No voy a entrar en lo pobre y vacío de los vocablos que empiezan con "anti" y como denota borreguismo y falta de personalidad el, describirse a uno mismo, no como lo cree o piensa, sino como lo que odia o no tolera.

Os entiendo. No, enserio, de verdad que os entiendo. Es como cuando alguien te insultaba en el colegio de crío y tu, afligido por esa saña verbal que habías tenido que soportar, se lo contabas a tu madre. "No lo dicen enserio", te decía. Pues eso mismo pienso yo. No lo dicen enserio. Porque en caso contrario, de estar convencidos de ser "anti-policías", entrarían (primero) en unas contradicciones que, no dejarían más que al descubierto su (segundo) despoblado cerebro.

Pero oye, que se puede esperar cuando hay personajes políticos optando al gobierno que se han alegrado públicamente de ver agresiones a policías. Que se han jactado en redes sociales de haber insultado a servidores públicos e, incluso, que han llamado a la violencia contra estos.

Que a todo el mundo le quede clara una cosa. Si, incluso a ti que tienes todos tus derechos y

sábado, 30 de julio de 2016

El padre, el perro y el hijo de puta

Pido perdón por el título de hoy. Enserio. Eso de, antes de empezar a relatar el tema, encabezarlo con un taco no es muy educado que digamos. Pero, debo decir a mi favor, que pese a lo malsonante del título, resume de una manera muy acertada, a la vez que breve, el tema que voy a tratar.

¡Ah! Para que ningún avispado con ganas de malmeter se me adelante, Pérez Reverte ya trató este tema y con ese mismo vocablo, así que, si el gran Arturo ha podido, yo, que en cuanto a literatura se refiere no le llego ni a la suela del zapato, me tomaré también esas licencias. Con vuestro permiso y el suyo.

Vamos a la materia.

domingo, 17 de julio de 2016

Nos pasamos de progres y modernos

Cada día me sorprende más como el afán de ciertos sectores de la población por ser demasiado abiertos de mente, hace que se caiga en el más profundo de los ridículos. Si, ridículo. Incluso se llegan a contradicciones dignas de mención y que merecen, al menos, una pausa y mirarlo de nuevo. Darse cuenta que a veces, ese intento de ser tan "cool" lo único que hace es dejar patente lo vacío, ignorante y lamentable del individuo.

Vamos a poner algunos ejemplos. Lo siento si ofendo a alguien. Que va, no siento nada. Es más, ojalá ofenda a mucha gente...

lunes, 20 de junio de 2016

Mi heroína

Todos de pequeño hemos tenido algún superhéroe. Incluso más de uno. Era aquel personaje que ya fuera porque te caía simpático, ya porque querías ser como él, le teníamos un aprecio especial o incluso lo idolatrábamos. La cosa cambia cuando ese superhéroe lo tienes de adulto. Y más aún cuando no es fruto de tu imaginación o de haber devorado sus aventuras en un cómic. Es de carne y hueso. Y tengo una.

Pues si, mi heroína. Es una con poderes fuera de lo común. No va ataviada con traje de lycra con colores chillones, ni porta una de esas capas que más que otorgar beneficios de algún tipo, visten bastante, todo sea dicho.

No vuela. Lo siento. No corre a la velocidad de la luz, ni congela a su antojo aquello que toca. No tiene poderes por algún experimento radioactivo o sale por la noche en busca de villanos por aquello de hacer el bien.

Mi heroína es fuerte.

martes, 7 de junio de 2016

El fashion runner

No es nada nuevo para ninguno de nosotros que estamos viviendo la época del "postureo". Como le digo a mis amigos por Facebook una vez ya les he felicitado el cumpleaños con una llamada: "te felicito por aquí de nuevo, porque sino parece que no lo haya hecho". Y pese a la mofa implícita en la frase, es tristemente cierto.

Nos ha tocado vivir en la época de "si no lo subo a Internet no lo he hecho o no existe". Compartimos donde estamos, con quien, con foto del lugar, de la comida, el entorno... Estamos tirando a la basura la palabra privacidad a una velocidad alarmante. 

Facebook, instagram, Twitter, myspace (¿os acordáis?), flickr, periscope, linkedin, google+, youtube e incluso Whatsapp. Me apuesto contigo que mínimo cuatro de estos los tienes a la vez o los has tenido.

Hemos llegado a un punto, que ya no sé si la actividad que realizamos la queremos compartir, o mucho peor, la hacemos para compartirla.

viernes, 3 de junio de 2016

El cuento del camino a Ítaca y la Independencia

El camino a Ítaca. 
Hasta hace unos años, la mención de la isla griega evocaba a quien más quien menos a Ulises y su Odisea. No podemos evitar que, todo lo referente al poema que nos regaló Homero hace casi treinta siglos (ahí es nada), lo dibujemos en nuestra imaginación como un sinfín de aventuras.  
Un largo camino, lleno de problemas, baches, palos en las ruedas o como quieras llamarlo... pero con un final feliz. 
Pues si, y lo siento por el spoiler. Ulises regresa a la isla después de sus aventuras, se carga a los pretendientes de su mujer y esta vuelve con él. Recupera el reino y todo el mundo lo celebra y reconoce.

Y dirás: "gracias por la clase de literatura grecolatina...pero, ¿a que viene esto?"

Viene amigo mío, a que "el camino a Ítaca" es como han bautizado en Catalunya (si, lo escribo sin Ñ porque me da la gana) al proceso hacía la independencia. 

Soy catalán, nunca me he considerado independentista, la verdad. Quiero a mi tierra, su cultura, su historia, su gastronomía, sus costas y sus montañas, sus ciudades, su gente... su gente si, pese a que somos los más secos y rancios de España también los quiero. Y su lengua, preciosa, pese a que alguno le salga sarpullido cuando escucha hablar en catalán. Y hago un pequeño inciso. El que dice que en Catalunya no puede venir hablando castellano, que la gente solo sabe hablar catalán y que se criminaliza todo hispano parlante.... Simplemente es que no ha estado en Catalunya.


Pues dicho esto: voté a Junts Pel Si. ¡Toma ya! Y me arrepiento.

martes, 8 de marzo de 2016

Un privilegiado

Esta es la carta (real, que no os quepa duda), que escribió un policía de los mossos d'esquadra al resto de sus compañeros.
La escribió como despedida al dejar su comisaria y cambiar de destino. Ahí va:


Soy un privilegiado.


He estado en medio de disturbios rodeado de extranjeros borrachos.

He notado el odio y el desprecio desmesurado.

Me han tirado botellas desde los balcones de los hoteles y me han insultado en varios idiomas.

He sentido nervios al esperar el regreso, dentro de su casa, a un maltratador que acababa de pegar una paliza a su mujer.

miércoles, 2 de marzo de 2016

La naturaleza siempre gana

El otro día, disfrutando de una de mis carreras,  pude ver como el mar se estaba comiendo a la playa.
No es un fenómeno aislado, ni fruto de un temporal. Cada año pasa. Año tras año.

Y me alegro.

Y no por un afán de joder al prójimo. O por mi animadversión al fenómeno playero estival. Que también.
Es por el hecho de ver como, pese al pésimo intento de ganarle unos metro de terreno al mar, este se complace en observar como el humano, derrocha miles y miles de euros en robarle tierra marina, para luego, depositarla en la orilla. Y el mar con una sonrisa cede unos meses, observando divertido el proceso de usurpación, para luego, coger lo que es suyo y ganar su terreno, no diremos perdido, más bien cedido por una temporada.

domingo, 21 de febrero de 2016

Soy un gilipollas

Pues eso. Aunque no pueda sorprender tal afirmación, de hecho, lo dejo claro en mi descripción de Twitter, hay veces que yo mismo me sorprendo. Pero bueno, creo que antes de afirmar tan rotundamente mis encantos, creo que lo debería preguntar: ¿Soy un gilipollas? Mucho mejor.

El hecho es que se me puede tachar de tener un carácter difícil. Verdad. De ser un poco, o más bien, muy testarudo. Verdad. De que me gustan las cosas rectas y lo más claras posibles. No podría ser más verdad.

Pero dicho esto, y como a mi me gustan las cosas de dicha manera. Yo soy igual con el resto. Y el problema aparece aquí. Yo exijo lo que ofrezco y viceversa. Pero todo el mundo no piensa igual que yo, es más, muy poca gente piensa así.

Entonces, que me ofenda en desmesura que alguien no me devuelva el saludo, por poner un ejemplo, para mi es una reacción normal. En cambio, para muchas personas es algo sin importancia. No te confundas, no me quita el sueño que no me devuelvan un saludo, pero soy de los que ha llegado a preguntar al destinatario de mi "buenos días", si le cobraban alguna sanción que desconocía por el hecho de contestarlo.

Y ahí es cuando eres un gilipollas.

lunes, 25 de enero de 2016

¿Qué ha pasado?

¿Qué ha pasado?

Todos aquellos que han visto como se ponía fin a su relación, lo piensan en algún momento. ¿Qué nos ha pasado? sería la pregunta correcta.

¿Qué ha pasado? Como si hecharle la culpa a algo externo fuera más fácil de entender. Como si hubiera algo, alguien, o un cúmulo de ambos, que ha provocado el desvanecimiento de los sueños, que un día, se prometieron cumplir.

¿Qué ha pasado? No. ¿Qué nos ha pasado? Hablemos con propiedad. Ese incontrolable "don" de buscar excusas y esa cobardía de no afrontar los errores. Si. Me he equivocado. En esto y aquello, por esta razón o por aquella otra. 

Resulta digno de mención la vertiginosa velocidad que llega a tomar el fundido, el apagado, la desaparición de sentimientos entre dos personas que se juraron amor eterno. ¿Qué ha pasado?

lunes, 18 de enero de 2016

Te acompaño en el sentimiento

Te acompaño en el sentimiento. Nunca me he sentido alguien mentiroso, es más, tiendo a decir la verdad compulsivamente y condeno toda forma de mentira, incluso la omisión de la verdad.
Pero me he sentido el más grande de los mentirosos diciendo eso. Te acompaño en el sentimiento. No, no era verdad. Y no porque no sintiera la perdida de ese familiar a quien se lo decía. O no porque me diera igual que a ese amigo, al que había dejado su mujer de toda la vida, estuviera desolado.

El tema es que no podía ponerme en su lugar. La falta de empatía suele brillar por su ausencia en mi carácter. Pero cuando ves a alguien que aprecias o incluso quieres, (en cualquiera de las variantes que tiene ese verbo) pasándolo mal sentimentalmente... no te gusta. Quieres hacer algo para que esté mejor. Y lo gracioso del asunto es que, dada la imposibilidad e impotencia que se siente en ese momento: mentimos.

jueves, 14 de enero de 2016

Hola

Hola. La verdad es que no tenía muy claro como se presenta uno en un sitio como éste. Pero un “hola” me parece sin duda, pese a su falta de originalidad, la forma más idónea. Llámame clásico, seguramente tienes toda la razón.

No pretendo que esto, dile blog, dile mi espacio o dile el tuyo, sea una obligación. Creo que desde el momento en el que te “obligas” a escribir, hay algo que está fallando. Y si, lo podemos extrapolar a todo lo demás. Cuando te obligas a ir a trabajar es que no disfrutas con tu trabajo. Cuando te obligas a ir con tu hijo al parque, cuando te obligas a visitar a tus padres o abuelos, etc. Sabes de que estoy hablando. Así que no. Esto no va a ser una obligación.

No voy a escribir con una periodicidad previsible, quizás escribo una vez al día, quizás una a la semana o dos al mes. Pero algo si puedo decir: cuando escriba lo haré con ganas y como ya he dicho, queriendo hacerlo.

Debo decir que este sitio va a ser testigo de diferentes tipos de escritos. Bueno, perdona, este sitio y tú, que te tomas tu tiempo en leerme.