La escribió como despedida al dejar su comisaria y cambiar de destino. Ahí va:
Soy un
privilegiado.
He estado en
medio de disturbios rodeado de extranjeros borrachos.
He notado el
odio y el desprecio desmesurado.
Me han
tirado botellas desde los balcones de los hoteles y me han insultado
en varios idiomas.
He sentido
nervios al esperar el regreso, dentro de su casa, a un maltratador que acababa de
pegar una paliza a su mujer.