lunes, 20 de junio de 2016

Mi heroína

Todos de pequeño hemos tenido algún superhéroe. Incluso más de uno. Era aquel personaje que ya fuera porque te caía simpático, ya porque querías ser como él, le teníamos un aprecio especial o incluso lo idolatrábamos. La cosa cambia cuando ese superhéroe lo tienes de adulto. Y más aún cuando no es fruto de tu imaginación o de haber devorado sus aventuras en un cómic. Es de carne y hueso. Y tengo una.

Pues si, mi heroína. Es una con poderes fuera de lo común. No va ataviada con traje de lycra con colores chillones, ni porta una de esas capas que más que otorgar beneficios de algún tipo, visten bastante, todo sea dicho.

No vuela. Lo siento. No corre a la velocidad de la luz, ni congela a su antojo aquello que toca. No tiene poderes por algún experimento radioactivo o sale por la noche en busca de villanos por aquello de hacer el bien.

Mi heroína es fuerte.

martes, 7 de junio de 2016

El fashion runner

No es nada nuevo para ninguno de nosotros que estamos viviendo la época del "postureo". Como le digo a mis amigos por Facebook una vez ya les he felicitado el cumpleaños con una llamada: "te felicito por aquí de nuevo, porque sino parece que no lo haya hecho". Y pese a la mofa implícita en la frase, es tristemente cierto.

Nos ha tocado vivir en la época de "si no lo subo a Internet no lo he hecho o no existe". Compartimos donde estamos, con quien, con foto del lugar, de la comida, el entorno... Estamos tirando a la basura la palabra privacidad a una velocidad alarmante. 

Facebook, instagram, Twitter, myspace (¿os acordáis?), flickr, periscope, linkedin, google+, youtube e incluso Whatsapp. Me apuesto contigo que mínimo cuatro de estos los tienes a la vez o los has tenido.

Hemos llegado a un punto, que ya no sé si la actividad que realizamos la queremos compartir, o mucho peor, la hacemos para compartirla.

viernes, 3 de junio de 2016

El cuento del camino a Ítaca y la Independencia

El camino a Ítaca. 
Hasta hace unos años, la mención de la isla griega evocaba a quien más quien menos a Ulises y su Odisea. No podemos evitar que, todo lo referente al poema que nos regaló Homero hace casi treinta siglos (ahí es nada), lo dibujemos en nuestra imaginación como un sinfín de aventuras.  
Un largo camino, lleno de problemas, baches, palos en las ruedas o como quieras llamarlo... pero con un final feliz. 
Pues si, y lo siento por el spoiler. Ulises regresa a la isla después de sus aventuras, se carga a los pretendientes de su mujer y esta vuelve con él. Recupera el reino y todo el mundo lo celebra y reconoce.

Y dirás: "gracias por la clase de literatura grecolatina...pero, ¿a que viene esto?"

Viene amigo mío, a que "el camino a Ítaca" es como han bautizado en Catalunya (si, lo escribo sin Ñ porque me da la gana) al proceso hacía la independencia. 

Soy catalán, nunca me he considerado independentista, la verdad. Quiero a mi tierra, su cultura, su historia, su gastronomía, sus costas y sus montañas, sus ciudades, su gente... su gente si, pese a que somos los más secos y rancios de España también los quiero. Y su lengua, preciosa, pese a que alguno le salga sarpullido cuando escucha hablar en catalán. Y hago un pequeño inciso. El que dice que en Catalunya no puede venir hablando castellano, que la gente solo sabe hablar catalán y que se criminaliza todo hispano parlante.... Simplemente es que no ha estado en Catalunya.


Pues dicho esto: voté a Junts Pel Si. ¡Toma ya! Y me arrepiento.